lunes, 15 de diciembre de 2003

Nota aparecida en el periódico Intolerancia: "Hay una decadencia atroz en el periodismo cultural: Víctor Roura."

Hay que “mandar por un acueduto a los periodistas que no lo son”, asegura el columnista de El Financiero

Hay una decadencia atroz en el periodismo cultural: Víctor Roura.

"El periodismo no es ningún hijo bastardo de la literatura”, afirmó enfático, Víctor Roura, editor de la sección cultural del diario El Financiero. El periodista estuvo en Puebla, invitado por Profética, para debatir en torno a un tema: “El periodismo, ¿hijo bastardo de la literatura?”.
En la mesa donde estuvo Roura, le acompañaron su amigo, y también columnista de El Financiero, Eusebio Ruvalcaba; Mariano Morales, director editorial de Síntesis; y el moderador Frank Loveland.

La plática, salpicada de anécdotas personales de cada uno de los ponentes, se extendió por más de una hora en el patio de la antigua Casa de la Limpia, donde el público asistió puntual y fue participativo.

Morales, alumno de Roura en un taller sobre periodismo aquí en Puebla, dio más tiempo a los invitados de la ciudad de México, pero antes de la mesa redonda, Roura accedióamablemente a responder algunas preguntas respecto al tema de esa noche del viernes, a quien esto escribe.

He aquí la charla:

- ¿Qué necesita el periodismo actual para ser verdaderamente cultural?

- Mucho. La verdad es que la gente cree que el periodismo cultural está en ascenso y es una mentira: hay una decadencia atroz, y la gente que quiere cerrar los ojos, es su problema, pero la verdad es que el periodismo cultural en México está en decadencia absoluta desde hace mucho tiempo. La gente que hace periodismo nuevo, que llega a los periódicos está anclada en los aprendizajes de Fernando Benitez, de Carlos Monsiváis, la mafia, quién publica y quién no pública, y eso sigue continuando, lamentablemente.

- ¿Y por lo menos está bien “digerido” ese “formato” a lo Benítez o a lo Monsiváis?

- No, no. Lo que si hay es como un núcleo enfermizo de amigos, conocidos, donde no cuenta nadie más. Tienen temor en que alguien venga a suplirlos. Eso me parece muy grave pero es un hecho. Tengo que repetirlo: la circunstancia cultural en México está decadente; no hay ningún suplemento, no hay nada donde uno pueda apreciar las cosas con las que, de verdad, pueda uno instruirse colectivamente. La verdad.

Que 15 años no es nada – Ahora que mencionas los suplementos, ¿por qué en 15 años de existencia El Financiero nunca sacó un suplemento cultural?

- El Financiero, desde que yo llegué ahí, tenía la idea de hacer una sección de cultura, que puede ser un suplemento cultural, lo que pasa es que la gente no está acostumbrada a verlo como lo hacemos en este periódico: yo saco a la semana una sección de literatura, y nadie la nombra. Entonces eso es una cosa muy arcaica: “tiene que ser un suplemento para hacer una sección de poesía”, y no es cierto: uno puede hacerlo cotidianamente, pero la gente está acostumbrada a lo benitecianamente. Eso es un error. ¿Pero cómo lo vas a quitar de ahí si quieren leer La Jornada, el Reforma, y ese tipo de cosas? Es absurdo.

- Entonces ¿cómo renovar este periodismo cultural?

- Mandar por un acueducto a los periodistas que no lo son. Si uno hiciera un examen riguroso de periodismo en México, de quien es periodista, tendríamos que echar, gravemente, a un 80 por ciento de los periodistas. Pero nadie lo hace, ¿sabes por qué? Por conveniencias, intereses, amiguismos, sindicalismo.

- Y en el terreno cultural sucede igual…

- Es lo mismo: hay periodistas culturales que no saben, siquiera, quién es García Márquez, lo conocen de foto, porque aparece en la televisión. Eso es gravísimo, pero eso es lo que sucede.

- Otra cuestión es aquella justificación de quienes dicen ir contra el tiempo (que siempre sucede en el periodismo), les impide escribir bien, redactar bien…

- No, es una mentira. El que escribe bien, escribe bien, y el que no escribe bien no va a escribir nunca bien. El que va a asistir a un taller de literatura puede ser periodista o escritor dentro de diez años, pero no en el momento. Lo importante es saber escribir. Eso es todo.

- En tres años de foxismo ¿crees que ha cambiado en algo?

- No, en absoluto. Sigue peor el país. El cambio no existe. Eso todos lo sabemos. Tenemos al presidente más torpe que hemos tenido en la historia de México: es un presidente que sólo quiere casarse, y quiere tener todo el dinero para sí, y sin saber nada. Nos controlamos sólo, eso lo sabemos muy bien. Así es que parece chiste la declaración (del cambio). Pero todo mundo lo sabemos.

- En el décimo quinto aniversario de El Financiero, ustedes han publicado libros. ¿Cómo han sido recibidos?

- Una: los lectores entienden lo que es la lectura y se han vendido los libros. No tiramos diez mil ejemplares como Alfaguara, pero tiramos 500 , 300 ejemplares y la gente los compra, no en el sentido de la venta, en el sentido de la lectura, y eso es muy importante para nosotros. No queremos hacer lucro de lo que estamos haciendo, queremos entregarle al lector algo que no puede encontrar literariamente en otros lados, eso es lo que nos interesa, la verdad.

- ¿Y crees que se acaben algún día las mafias literarias?

- No. Van a funcionar toda la vida.

- Lo cual, va impedir que avance el periodismo…

- Va impedirlo, siempre, toda la vida, porque ellos son los que tienen el poder en las coyunturas políticas, en las conyunturas culturales, en las becas, en todo este tipo de situaciones.

“Siempre, siempre van a existir esas mafias, a menos que llegue realmente un político (al poder) en México, lo cual veo muy dificil en muchos años.”

(Moisés Ramos Rodríguez)
Intolerancia
15 de diciembre de 2003

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