miércoles, 1 de octubre de 2003

Las profecías de Profética

Texto de la "Esquina baja" de Paco Ignacio Taibo I publicado en el periódico "El Universal" del 1 de octubre de 2003:

"Puebla es una de las ciudades que guardo con amor en la memoria; allí, durante una larga temporada tuve cobijo y despensa mientras escribía mi primera novela: Fuga, hierro y fuego, la apasionante y verdadera historia de una sangrienta rebelión de monjas contra el mandato supremo de un oscuro y duro obispo.

Hoy regreso a la ciudad a hablar en un ciclo sobre el exilio, invitado por el poeta poblano Juan Carlos Canales, sobre mi propia experiencia personal del transterrado. Hace poco estuvo aquí mismo, en la Casa del Escritor, refugio de los perseguidos, un narrador macedonio que huyó de su tierra en busca de nuevos aires libertarios.

Camino hacia la cita con el pasado con algunos fieles lectores que sigue atesorando la ciudad y quienes me invitan a conocer una nueva librería y biblioteca, Profética.

Siempre me había quejado de la sobreabundancia de iglesias en Puebla y de las pocas librerías abiertas en contraste. Feliz entré al recinto del edificio colonial, impecablemente restaurado en el centro histórico y que cuenta con una historia que merece ser contada a detalle.

Un buen día, el empresario textilero José Luis Escalera, poblano, hijo de asturianos, aburrido de tejer y destejer algodón decidió dedicarse a un oficio diferente y no menos noble: promotor cultural.

Toda Puebla asombrada vio cómo el viejo edificio del siglo XVI en la calle 3 sur, antigua de La Limpia, iba con un Ave Fénix literario, renaciendo de sus cenizas. José Luis Escalera tejió un entramado de corredores, patios, fuentes brotantes, enormes muros que conservan su original grandeza y los llenó de libros, imágenes, inteligencias de todos los tiempos para disfrute de una sociedad que puede pasar después de la iglesia por la biblioteca.

Profética es una de las más bellas librerías que existen en el país y José Luis Escalera hizo bien en llamar a otro apasionado de las cultura popular para que en su recinto mágico se creara la más importante sala de lectura del estado: así, Fritz Glockner tomó el toro por los cuernos e imaginó junto con José Luis el lugar ideal para soñar con la literatura.

Profética tiene una planta alta memorable, que poco a poco va llenándose de escritos donados por gente noble y que muy pronto podrá ofrecer sus tesoros a todo aquel interesado en la lectura.

En Profética usted puede beberse un café o una copa en su patio central mientras abre la bolsa que encierre las maravillas que anteriormente haya comprado en su muy bien surtida librería.

José Luis Escalera hizo algo que muy pocos empresarios de este país estarían dispuestos a hacer: cambió la industria textil por las letras, aunque éstas sean de otros.

Profética lleva en su nombre la intención, ojalá se abriera por cada iglesia del país una librería. Que sea profecía."

Paco Ignacio Taibo I

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